Cada nueva madre y padre se enfrenta a los placeres y desafíos de la crianza, y los cambios de humor en los bebés son a menudo una de las manifestaciones más impredecibles. Desde una sonrisa irresistible hasta un llanto repentino, los bebés son maestros en los cambios de estado de ánimo. Esta variabilidad puede confundir, e incluso frustrar, a los padres, pero hay formas de manejarla. A continuación, se presentan algunos consejos útiles para lidiar con los cambios de humor de su pequeño bebé.
Entienda las causas de los cambios de humor
La primera y más importante regla es comprender que los cambios de humor en los bebés pueden ser causados por diversos factores. Los bebés no tienen una forma desarrollada de expresar sus emociones, por lo que sus reacciones a menudo reflejan necesidades físicas o sentimientos internos. Las principales causas pueden incluir hambre, cansancio, incomodidad o incluso la necesidad de cercanía y conexión.
Por ejemplo, cuando su bebé llora, la escritora Barbara siempre recuerda un evento. Su pequeña Mia comenzó a estar inquieta de repente mientras estaba sentada en su carrito. Después de probar todo, desde alimentarla hasta cambiarle el pañal, se dieron cuenta de que Mia simplemente estaba cansada y necesitaba el sonido de su presencia. Cuando la levantaron y comenzaron a hablarle, su estado de ánimo cambió y pronto se quedó dormida.
Siga una rutina
Los bebés a menudo encuentran consuelo en la rutina. Si les proporciona un horario consistente para alimentarse, dormir y jugar, serán menos propensos a experimentar cambios drásticos en su estado de ánimo. Por ejemplo, si su bebé duerme regularmente a una hora determinada, le resultará más fácil reconocer cuándo es el momento de descansar.
Muchos padres utilizan métodos como el «ritual mágico» antes de dormir: un baño relajante, un suave masaje y melodías para dormir. Estas rutinas crean seguridad y estabilidad, lo que puede reducir drásticamente los cambios de humor.
Aprenda a calmar a su bebé
Cuando su bebé se vuelve inquieto, puede parecer que todas las puertas están cerradas. Sin embargo, existen varias técnicas simples que pueden ayudar.
Mostrar cercanía
Los bebés reaccionan de manera extraordinaria al tacto. Por eso, mecer, llevar o simplemente tener contacto cercano con el padre o la madre puede ayudar a calmar. En un estudio, los padres pudieron calmar a un recién nacido que lloraba en solo unos minutos simplemente llevándolo en un portabebés o meciéndolo suavemente. ¡Créalo o no, los padres también se calmaron al mismo tiempo!
Incorpore estímulos sonoros
Los estímulos sonoros también juegan un papel significativo. Los bebés suelen disfrutar de sonidos como el ruido blanco, susurros o incluso ruidos de su entorno, como el sonido del lavavajillas. Pruebe melodías relajantes o utilice aplicaciones con estímulos sonoros para calmar a su bebé.
Comunique y conecte
Aunque el bebé aún no puede verbalizar sus sentimientos, los siente mucho mejor de lo que piensa. Intente mantener contacto visual y converse con él mientras lo levanta o le cambia el pañal. Aquí también se destaca la importancia de la conexión emocional entre padres e hijos.
Una mamá, que hablaba todos los días con su bebé, notó que su pequeño lloraba mucho menos cuando se sentía parte de la conversación. Involucrando a su bebé en las actividades diarias, como ir de compras, se puede crear un sentido de seguridad y conexión.
Sea paciente y adaptable
Incluso con las mejores estrategias, el desequilibrio emocional en los bebés puede seguir ocurriendo. Es fundamental mantener la paciencia. Cada bebé es único y puede requerir diferentes enfoques. Los padres a menudo subrayan la importancia de ser adaptables a lo que su bebé les muestra; si algo no funciona, prueben con otra cosa.
A veces solo se necesita un poco de tiempo; al final, muchas situaciones se calman por sí solas. A medida que el pequeño crece y enfrenta nuevos desafíos, su regulación emocional también se desarrollará.
Trabajar con los cambios de humor de un bebé puede ser un gran desafío, pero también ofrece la oportunidad de aprender aún más sobre su pequeño. Aprecia cada momento de esos cambios, incluso cuando son difíciles, porque son fases que un día se convertirán en hermosos recuerdos.